domingo, 16 de febrero de 2014

De enchufes, listas y corrupción republicana

Está claro que algún día me ocuparé del levantamiento frustrado del 19 de abril de 1936 en La Coruña, pero como el hecho de alimentar este blog es un mero entretenimiento y no quiero que se convierta en un trabajo, por ahora no me apetece volver a leerme las ciento y pico páginas que trascribí del documento que voy a utilizar. Quedará para otro día.

Mientras tanto vamos con un asunto de actualidad. Hace días leía a un propagandista de la memoria histórica, que ahora se rasga las vestiduras porque varios descerebrados le reventaron una conferencia a Garzón, cuando con ocasión de hacer lo mismo con María San Gil declaró que era una chiquillada; digo, que le leía a este autor algo parecido a lo siguiente: lo que nos escandaliza de las operaciones Pokemon y Pikachu no es nuevo. También lo había en el franquismo, aunque no en la república cuyos hombres eran incorruptibles. Con razón, según me cuentan, se dice de él en su facultad que sostiene tesis peregrinas. Lo digo porque recordé que el Casino Republicano de La Coruña era una asociación a la que se accedía con el propósito de llegar al Ayuntamiento y formar parte de la Comisión de Obras, que la corrupción en cuestiones de ladrillo no es de ahora, como cualquiera que no se dedique a tomar el pelo a la gente puede suponer; y por no extenderme mucho más, lo digo también porque en la II República, contra la supuesta incorruptibilidad sobre la que se pontifica, se daban y pedían puestos de trabajo junto con otros beneficios mediante enchufes, y nuestros incorruptibles republicanos lo veían como la cosa más natural del mundo. 

Vamos con un caso. El general de brigada Rogelio Caridad Pita --con barba a la derecha de la imagen-- era republicano, quiero recordar que masón, y fue condenado a sufrir la última pena junto con el general de división Enrique de Salcedo Molinuevo en la causa 413 de 1936 del registro de la Auditoría de Guerra de la Octava División Orgánica, causa que se conserva en el Archivo Intermedio Militar Noroeste (Ferrol). Se acusaba al general Caridad Pita de visitar al gobernador civil con el propósito hacer oposición al alzamiento. Para justificar que en sus visitas al gobernador civil no perseguía esos fines, manifestó al juez que lo hacía para recomendar, por ejemplo a una de sus hijas para que obtuviese plaza en un dispensario. A fin de reforzar esta justificación entrega al juez instructor una lista de recomendados que llevaba consigo y que explicarían su presencia y contactos con la primera autoridad civil de la provincia. El juez une la lista al folio 368 de la causa, lista que es como sigue:

+1ª.= Jesús López Castro, hijo de Julieta (viuda de carabinero). Lleva dos años y medio en la Comandancia de Pamplona, Puesto de Orbaizeta y desea lo destinen a La Coruña.+

+2ª.= Francisco Martínez Fernández, de Begonte (Lugo), desea ingresar como voluntario en el Regimiento de Infantería de Zamora nº+ 29.+

3ª.= Bienvenido Maciá Campos, vecino de Miguel Mateo, desea trabajo. Cuesta San Agustín 7, bajo.

4ª.= José Mella Deschamps, de Sigrás, desea trabajo.

5ª.= Francisco Méndez Álvarez, Rubine-55-1º, desea trabajo.

6ª.= Enrique Rivadulla Mayor, desea trabajo.

7ª.= Ramón Rodríguez Ferreño, -3ª Compañía, 2º Batallón Regimiento 29, desea ser destinado como escribiente a la Caja de Recluta y que se le dé pase para dormir fuera.

8ª.= Benito Ventureira, de Cela de Cambre, desea trabajo en las obras del Ferrocarril de Santiago.

9ª.= Francisco Albes Méndez, Tambor del Regimiento 29, desea ascender y [una palabra tachada].

+10ª.= Jaime Méndez Ponte, Guardia Civil de Burgos, desea venir a La Coruña.+

[El párrafo que sigue está tachado pero se lee] 11ª.= Averiguar que nº hace José María Vázquez Sanmartín para ingresar en Seguridad pues según el Capitán Balaca hacía el 987 y en una Revista de Asalto hacía el nº 1505 Preguntar al Alcalde que hay de ocho plazas para Guardias Municipales.

12ª.= Federico Vázquez Dans. Desea trabajo en las obras del ferrocarril.

13ª.= Jesús Núñez. Desea trabajo en las obras del ferrocarril.

14.= Francisco Canosa Parga. Desea trabajo obras ferrocarril. Recomendado por el [parece compartir la continuación con la línea que sigue y así sería: Recomendado por el primo de Boquete].

15.= Manuel Candal Rodríguez. Desea trabajo idem idem. Primo de Boquete [parece compartir texto con el párrafo anterior y entonces se leería: Recomendado por el primo de Boquete].

16.= Manuel Capelán Bello. Desea trabajo en las obras del ferrocarril.

17.= Manuel Longueira Suárez. Idem, idem, idem. De Brejo (Cambre).

18.= Luis Sánchez Carro. Desea trabajo en el Ayuntamiento.

+19.= Luis Naya Rodríguez (hijo del ciego del organillo). Desea plaza de enfermero en Ayuntamiento.= Moreno Barcia 44, bajo.+

+20.= Ramiro Lueiro Rey (cuñado de Castrelito). Desea una de las Secretarías de Ayuntamiento + de Dumbría, Mazaricos o Vilasantar.+

21.= José Torres Montes. Desea plaza en el Ayuntamiento de funcionario subalterno (véase nota) [No aparece la nota].

22.= Luis Loureiro Gómez. Cabo licenciado. Desea trabajo obras ferrocarril.

23.= Jesús Pena Leal. Desea trabajo obras ferrocarril como carpintero.

24.= Francisco Souto Pita. Desea trabajo en el Ayuntamiento.

25.= Santiago Álvarez Núñez. Desea trabajo en el ferrocarril. Ya trabajó allí.

Francisco Cotrufo Méndez -- Peón -- Desea trabajo obras ferrocarril. Moroto [?]

Vicente Temprano Riobóo. Desea trabajo obras ferrocarril. Cambre [?]

José Ropero Caramés [?]. Desea trabajo obras ferrocarril. Cou[el resto de la palabra aparece mordida como en las dos líneas anteriores por una tira de papel engomado con el que se unió la cuartilla a la causa].

¿Incorruptibilidad republicana? Por favor...


domingo, 9 de febrero de 2014

Plante en Asalto: quitar de en medio al gobernador

En esa esquina de General Sanjurjo con Río de Monelos se encontraba hasta los 80 una comisaría de policía que comenzó siendo cuartel de los guardias de Asalto. En abril de 1936 acogía a dos compañías, una al mando del capitán Manuel Patiño Porto, y otra que dependía del capitán Ricardo Balaca Navarro. El jefe del grupo de Asalto en La Coruña era el comandante Gabriel Aizpuru Maristany. Mientras el cuartel de Asalto tenía su sede en General Sanjurjo, la Comandancia estaba instalada en la Casa Barrié de Linares Rivas. Mientras Aizpuru y Patiño eran de izquierdas, Balaca era de derechas. Al poco de comenzar la guerra, el capitán Patiño murió ejecutado en Sevilla por los nacionales, y Balaca fue igualmente fusilado en Murcia por los rojos.

Ya vimos que con motivo de un incidente ocurrido entre dos guardias de Asalto y un consumero, el día 6 de abril de 1936 ingresó en la Prisión Provincial, entregado por el capitán Patiño, el guardia José García Seijas. Esto dio pie a que se produjese lo que el P. Silva Ferreiro denomina un plante en el cuartel de Asalto. De varios detalles de interés sobre este plante proporciona información el entonces comandante de Estado Mayor, Fermín Gutiérrez de Soto, en la causa contra el general Salcedo y otros por traición, a la que aludía en la anotación anterior y que cualquier día transcribiré. De acuerdo con D. Fermín la detención e ingreso en prisión de José García Seijas provocó en el cuartel de Asalto una efervescencia extraordinaria entre la fuerza de Asalto perteneciente a la compañía del capitán Patiño. Sus miembros lograron que se uniesen a ellos los de la compañía del capitán Balaca, que esa noche estaban de servicio. Se pusieron de acuerdo para libertar a su compañero preso y quitar de en medio al gobernador civil, José Sánchez Gacio, al jefe del grupo, comandante Aizpuru, y al capitán Patiño.

El capitán Balaca había montado el servicio de aquella noche sin novedad, cuando sobre las 22 horas o algo más tarde tuvo noticia de lo que se urdía. Como al parecer ejercía un gran ascendiente, no sólo sobre la gente de su compañía sino también sobre la de Patiño, logró reunirlos a todos en el cuartel, los dejó al mando de un oficial y se fue a buscar al comandante Aizpuru. Lo encontró, como era de esperar en opinión de D. Fermín, en compañía de varios elementos indeseables en un bar de la calle de los Olmos. Allí también estaba el capitán Patiño. Marcharon todos al cuartel después de que Aizpuru se pusiese el uniforme y tuvo lugar en los locales de General Sanjurjo una escena de lo más lamentable. Los guardias recibieron a su jefe con gritos "esto no pasaría si estuviera aquí el Comandante de Oviedo", entre otros, siendo en vano todo lo que hizo el comandante Aizpuru para imponer su autoridad, teniendo que retirarse abochornado ante una indisciplina irreductible de tamaña violencia. El capitán Balaca logró imponerse enviando a descansar a la fuerza franca de servicio y cubrió con los de su compañía a los que habían abandonado, no sin antes haber reprendido a todos por su reprobable conducta, y haberles hecho callar por los vivas que a él daban.

El comandante Aizpuru marchó al Gobierno Civil y denunció que el capitán Balaca, hombre que consideraba de ideas fascistas y monarquizantes, se había sublevado con la tropa a sus órdenes. Esta denuncia se comunicó al ministro de la Gobernación y director general de Seguridad que hizo venir a La Coruña al inspector general de los cuerpos de Seguridad y Asalto, coronel Ildefonso Puigdendolas y Ponce de León. Este instruyó una información escrita de la que se suponía que tendría como resultado el traslado del comandante Aizpuru y capitán Patiño, pero que a la postre también afectó al capitán Balaca. El primero fue trasladado a Bilbao, el segundo a Sevilla y el tercero a Murcia.

Veremos, espero que sea en la siguiente anotación, que a los pocos días y con ocasión del levantamiento frustrado del 19 de abril de 1936, un mando de la Guardia Civil también planteó la idea de cargarse al gobernador.