jueves, 15 de septiembre de 2011

Asalto a la sede de Renovación Española


El mismo 18 de marzo de 1936, una vez que las hordas, sí, marxistas (¿o eran fascistas?) terminan de arrasar la sede de la Unión Regional de Derechas se van calle Real abajo hasta el número 88 en cuyo primer piso tenía su local Renovación Española. En la imagen es el edificio en donde hay una pancarta que anuncia rebajas. Allí, empleando el lenguaje políticamente correcto de los republicanos de la época, se expansionaron. Esta expansión consistió en entrar también como el caballo de Atila y destrozar con machetas la puerta de acceso, romper todos los cristales, las puertas interiores, el inodoro, lavabo o instalaciones eléctricas; arrancan el teléfono, las cortinas, lámparas, estufas, etc. Por supuesto que salen por las ventanas o desaparecen mesas, sillas, sofás, cuadros, armarios, estanterías, archivo, unos 200 libros de la biblioteca y ¡como no! hasta 400 pesetas en metálico de las que no se volvió a saber. Baste decir que cuando el juez se presenta para realizar una inspección ocular indica que el "local se encuentra vacío sin que haya objeto alguno dentro del mismo". La expansión de socialistas y comunistas ocasionó daños por valor de unas 10.500 pts.

De forma llamativa no se logra detener a nadie pese a que este era el segundo asalto del día. No creo que alguien pueda poner en duda que la autoridad se inhibió si es que no estimuló las expansiones. En vista de lo anterior, al no aparecer ningún acusado o testigo de los hechos, pero ninguno, la Audiencia sobresee el sumario. Esto antes del Alzamiento porque una vez iniciado éste se producen aquí también dos denuncias, de los mismos que habían acusado a varios individuos como implicados en el asalto a la sede de Unión Regional de Derechas. Los denunciantes, Eduardo Patiño Pérez y Manuel Bueno Lago, acusan a los mismos que habían señalado como implicados en el asalto al local de la Unión Regional de Derechas. Si tomaron parte en uno de los hechos es muy probable que tomasen parte en los otros. Probable sí, pero no tuvo porque ser necesariamente así. En el juicio oral se descubre que ninguno de los dos denunciantes presenció el asalto a la sede de Renovación Española, y el tribunal absuelve libremente a los procesados como no podía ser de otro modo. No hay para que decir que de este asalto como del anterior, los señores de la memoria histórica no dicen ni mu. Me hace mucha gracia leer uno de los mantras al uso: que los alzados se levantaron contra el gobierno legítimo. Si la legitimidad no la tuvieron en las urnas en las elecciones del 16 de febrero en vista de los pucherazos que se dieron en doce provincias, doce, o en el plebiscito estatutario gallego, la perdieron al ejercer el poder haciendo papel mojado del respeto a la Ley y a los derechos de los demás. Os dejo mis notas.





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