domingo, 21 de noviembre de 2010

Persecución religiosa en la Archidiócesis de Santiago de Compostela (III)


RESUMEN

de los desmanes y atropellos de carácter antirreligioso,

cometidos en esta Diócesis

desde el 16 de febrero hasta el 28 de julio de 1936

(Continuación)

Profanaciones

Febrero 20, profanan el Sagrario y escarnecen varias imágenes en la iglesia de los PP. Jesuitas de La Coruña y llevan dos copones con las Sagradas Formas. Profanan una imagen de la Santísima Virgen en el local de A. C. de la parroquia de San Benito del Campo, Santiago.
Febrero 28, roban el copón, dejando las Sagradas Formas, en la iglesia de San Martín de Andrade, parroquia de San Pedro del Villar.
Marzo 21, registran minuciosamente la iglesia de San Agustín, parroquia de San Benito del Campo, Santiago, y cachean los fieles que en ella se encuentran.
Mayo 2, profanan la iglesia de Santa María de Leira.
Mayo 17, cometen asquerosas profanaciones en la iglesia parroquial de San Martín de Churío.
Junio 1, interrumpen la función del Santísimo Sacramento, impidiendo la salida de la procesión, en la parroquia de Santiago de Lampón.
Junio 4 y 27, apedrean repetidas veces la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Boiro.
Junio 7, profanan la capilla de Nuestra Señora del Carmen de Feáns y escarnecen una imagen de la Santísima Virgen.
Junio 8, profanan la iglesia parroquial de Santa María de Sacos, tirando al suelo el copón con las Sagradas Formas.
Julio 3, allanan la iglesia parroquial de San Pedro de Villar.
Julio 20, registran la iglesia del Divino Salvador de Bergondo, llegando hasta el Sagrario.
Julio 21, explota una bomba en la iglesia parroquial de Santiago del Burgo, causando desperfectos; explotan dos bombas en la iglesia parroquial de San Martín de Noya, causando desperfectos; asaltan la iglesia parroquial de Santa María de Oza; allanan la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Soaserra, disparando contra una imagen; explotan varias bombas en la iglesia parroquial de San Esteban de Sueiro; destrozan el sagrario pisotean el copón y las Sagradas Formas.
Julio 21, 22, 23, explotan varias bombas en la iglesia del Divino Salvador de Corujou, en Churío.
Julio 22, explota una bomba en la iglesia parroquial de San Esteban de Culleredo; prohíben celebrar la Santa Misa y entrar en la iglesia de Santiago de Lampón; allanan la iglesia parroquial de San Jorge de Torres y profanan el Santísimo Sacramento.

[BOAS, 2.773 (15 de junio de 1937), pp. 145-153].

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De nuevo, me temo que la relación es incompleta. La imagen corresponde a la iglesia de San Pedro de Mezonzo en Umbilicus mundi, que profanaron el día 19 de julio de 1936 dejándola como se ve, y quemaron al día siguiente.

Falta por ejemplo el registro del pazo de Lóngora, que regentaban los Salesianos. Aquí como en el XIX, todo se reducía a trasladar un rumor, sea que unos monjes habían envenenado las aguas, sea que los curas tenían depósitos de armas, sobre todo en el Sagrario... que parece un poco peregrino creer que un cura puede guardar una pistola en el Sagrario, pero se lo creían y los registraban como registraron el de Lóngora. Lo peor era, que en este caso no fue la turba de izquierdas quien realizó el registro, sino los propios guardias de asalto enviados por el gobernador civil, que debía creérselo o le interesaba creérselo. Tenía sólo 23 años, y la nota de prensa que envió para justificarse está redactada con un tono muy propio de esa edad.

Conozco por tradición oral que en el Santuario de Santa Margarita de Montemaior, el día de la fiesta, (que a día de hoy se celebra el 20 de julio), en 1936 se amenazó al cura con que si decía misa, harían estallar una bomba en el templo. El cura dijo misa y afortunadamente no se atrevieron o no pudieron hacer estallar el artefacto. Y hay más casos, por ejemplo los que en Arteixo documenta Blanco Rey.

No se si os fijasteis en una palabra que está casi en desuso, pero que usaban los viejos: ignorancia. Y decían que había mucha ignorancia. Ellos justificaban o explicaban estos hechos en base a la ignorancia de buena parte de la población; o a la existencia de matones de pueblo o matones de barrio. Lo ejemplificaban en las peleas por las chicas, o la patrimonialización de las chicas de un barrio: que no se les ocurriese a los de la Silva ir al baile de Monelos, porque los de Monelos lo interpretaban como un intento de robarles las mozas y las peleas con navajas y pistolas estaban al orden del día. Incluso en el medio rural, era frecuente que los mozos al salir del baile correspondiente, disparasen al aire para que se viese lo machotes que eran estos animalitos, bravuconería que produjo alguna víctima.



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